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No es para justificar a nadie pero chequen lo que encontré:
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"La mente primitiva no asociaba, al menos de un modo directo, el fenómeno de la generación con el acto individual de la fecundación; no reconoce el padre personal. Pero reconoce siempre un Padre mayúsculo, y más o menos numénico; espece de precursor mágico del espíritu santo, que fecunda a las hembras y da origen a los seres humanos(*)."
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Así que, si todos somos hijos de Dios... chale, bola de incestuosos!!! jajajajaja
.*Nota mía: en la isla grande de Chiloé, al sur de Chile, se le conoce como El Trauco, más conocido en México como "El Sancho".
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B. Canal-Feijoó. Burla, credo, culpa en la creación anónima. Pág. 183. Editorial Nova, Buenos Aires, Argentina. 1951
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