david chávez
Hay botellas en las que, simplemente, por más que uno lo intente nomás no cabe. Entonces, al no caber, uno simplemente un día se arroja al mar -no en el sentido storniano- y se deja llevar por el bamboleo de olas, holas y corrientes. Después de un tiempo, mareado por tanto vaivén, uno simplemente arroja el corcho y vomita el mensaje que lleva dentro. Tal vez eso sea, simplemente, de lo que se trata de hacer en esta pinche vida.
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lunes, abril 05, 2010
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