domingo, abril 10, 2011

jesus_expulsa_a_los_mercaderes.nuevo_testamento.david_chávez.wiki.htm8

jesus_expulsa_a_los_mercaderes.nuevo_testamento.david_chávez.wiki.htm8



Se acercaban las elecciones locales y federales y Jesús llegó a la presidencia municipal. Era quincena. En el edificio encontró a burócratas aviadores que fueron a cobrar su cheque, chinches que mamaban del presupuesto, a candidatos a senadores, plurinominales, al presidente del partido, diputados locales, operadores, coordinadores de campaña, presidentes de comité de barrio, gente que iba a hacer sus trámites, de rancho, con bueyes, ovejas y palomas; policías discutiendo con periodistas y guaruras que alejaban a la gente que gritaba e intentaba acercarse al señor alcalde, señor alcalde, señor alcalde, que sonreía a las cámaras como los vendedores afuera, en sus puestos de tacos, sándwiches, tortas y fruta picada. Hizo un látigo con una de las cuerdas de las vallas que daban forma a la fila de gente y los echó a todos fuera, hasta al presidente municipal le tocó un chingadazo. Entonces el político dijo, resumiendo en su pregunta las dudas de quienes atestiguaron el hecho: “¿Quién chingados se cree este cabrón para obrar así?”. Jesús le respondió: “si en este momento fueran las elecciones yo os aseguro que con una campaña previa de tres días yo las ganaré”. Los políticos y candidatos y burócratas le replicaron: nuestro partido ha estado en el poder durante más de setenta años y ha construido una perfecta red de corruptelas, ¿y tú dices que tirarás eso y recompondrás todo luego de tres días?”, mas él hablaba de los resultados que entregan las casas encuestadoras como Mitofsky y otras.
(Jn 2,13-22; Mt 21,12-17; Mc 11,15-19).

.