miércoles, septiembre 12, 2007

Nomás un ratito...

david chávez

Hoy quiero ser unos zapatos mojados puestos al sol hasta secarse. Hoy quiero ser un guacamolito con cebolla, algo de ajo, jitomate y limón, embarrarme en una tostadita y bañarme con cerveza helada. Hoy, chingada madre, quiero ser un morrito que salta desde lo que le parece son ochenta metros de alto, encoger el cuerpo, constreñirse, apretadujado, bala de cañón, una bomba que explota en el agua de la alberca, y al caer en la piscina abrir los brazos, patalear, hacer un berrinche bajo el agua clorada donde otros niños mean con inocencia, con desenfado de agujetas.

Hoy quiero hacer enojar a mi madre, esconderme en su falda y hacerle creer que juego tan sólo como pretexto para buscarle el pajarito. Quiero sacudirle todas y cada una de las hojas a los árboles como hace el viento cada tarde papalotera, elevarme y ver la ciudad, ver cómo se va tragando todo lo verde verde verde y correr, trepar y desatorar mi cometa, quemarme la mano con el pabilo que me ata a ella cuando escapa veloz y ardiente con una ráfaga de aire y fornica en el cielo; hoy quiero ser un perro pastor alemán echado en el suelo fresco, un perro pastor alemán que no estornuda, que huele culos de perras, que se aparea y fornica, que marca su territorio con meadas hediondas.

Hoy quiero salir disparado hacia tus senos como refresco de soda y quedarme ahí cocacolosamente en tus pezones, hasta que llegues a la regadera de tu casa, desnuda, y me disuelvas como la bebida que derrama el niño en forma de ladrido, de lamida, como el humo de la mariguana, como ese pedo que se escapa discreto de entre tus nalgas que llenan tus yins, que atraen como miel a la mosca en que se ha convertido tu clítoris revoloteante en mi lengua, que baila danzas abejorriles, diletantes.

Hoy quiero que cojamos nomás un ratito, así, como queriendo procrear. Un ratito nada más, y después te subes de nuevo las pantaletas, te pones el sostén y te acomodas las chichis. Te pones los yins, los tenis, la blusa y te acomodas el cabello. O no lo hagas. Nos dormimos cinco minutos y después me despierto y te veo dormitar y te toco la espalda, las piernas, el vello púbico y se me va a parar la verga de nuevo y cojemos de nuevo. Yo creo que sí, que puedo lamerte otra vez ahí donde te gusta y sentirme como un niño que come sandía en el verano caluroso, que se moja los zapatos cuando juega a hacerse pedazos a sí mismo (porque el niño sabe que es él quien habita los charcos sobre los que brinca), los mismos zapatos que hoy quiero ser, puestos al sol hasta secarse.

Hoy quiero ser un guacamolito con cebolla, algo de ajo, jitomate y limón, embarrarme en una tostadita y bañarme con cerveza helada. Hoy, chingada madre, quiero ser un morrito que salta desde lo que le parece son ochenta metros de alto, encoger el cuerpo, constreñirse, apretadujado, bala de cañón, una bomba que explota en el agua de la alberca, y al caer en la piscina abrir los brazos, patalear, hacer un berrinche bajo el agua clorada donde otros niños mean con inocencia, con desenfado de agujetas.

Yo quiero ser todas esas cosas que pienso nomás por un ratito, cuando cierro los ojos y escucho cantar i'll look around a Madeleine Peyroux. Ah, si no fuera yo tan adicto a las puñetas y al internet...

jueves, septiembre 06, 2007

¡Ah, pa' sustito! (yo quiero escribir cosas como estas)

david chávez

Hace unos años, cuando junto con el árbol de primavera floreaba nuestra adolescencia adolescente, cuando derribaron las tres viejas casonas de adobe de la esquina de las calles Miguel Virgen Morfín y Guerrero para construir los dos edificios de departamentos, cuando estos cumplieron acaso 24 meses de edificados y nosotros todavía jugábamos futbol frente a ellos, cuando fumábamos al calor de la noche y fajábamos con las morras alegremente, una tarde-noche de marzo, creo, llegó un repartidor de pizzas a los depas.

Uno de mis vecinos y yo vimos la motocicleta encendida, solita, solita, tan sola que pensamos en hacerle compañía. Y nos acercamos y vimos que efectivamente estaba sola, con dos pizzas medianas, chimichurri y dos refrescos de lata en su cajuela improvisada. El hambre, la soledad de la moto y nuestra pinche predisposición a hacer chingaderas nos hizo pensar en treparnos y dar una vuelta por el barrio, dejarle el vehículo al pendejo pizzero unas cuadras adelante. También pensamos en cobrar derecho de estacionamiento en especie y apañar las pizzas. Va, le dije a mi vecino. Llévatelas y las metes por el cancel de tu casa (para esa hora sola, sus padres habían salido de compras, recuerdo), escóndelas, yo te echo aguas.

Y me metí por entre los depas y con un chiflido puse alerta a mi vecino porque el pizzero bajaba y para evitar sospechas subí a buscar a otro de la banda. Ahí vi bajar al pizzero, apurado, corriendo a entregar las otras pizzas. Mi compa no estaba pero esperé a que el pizzero se fuera. Obvio, notó la ausencia de las dos pizzas. Las buscó como media hora y se largó. Entonces bajé y mi vecino y yo fuimos a rentar un par de películas para acompañar el hurto.

Éramos inocentes, blancas palomillas.

Yo no sé qué hubiera pasado si hubiera pasado esto que pasó allá por el Zalatón, pero insisto, pinche realidad me supera con sus historias:

Roban ambulancia por unos minutos

Elvira Romero

Notiecos/Colima.- La madrugada de ayer en la comunidad de Zalatón de Juárez, una persona desconocida hasta el momento, hizo una broma de mal gusto a personal de la Cruz Roja, al llevarse y luego abandonar cerca del lugar una ambulancia.

A la 1:00 de la mañana recibieron el reporte de que una persona del barrio Zalatón de Juárez sufría una crisis nerviosa y no podía respirar, por lo que paramédicos a bordo de la ambulancia Col –70, acudieron a la casa marcada con el número 466 de la calle Margarita Maza de Juárez, donde se encontraba el paciente. Al llegar, entraron al conjunto habitacional en donde luego de localizar la casa, comenzaron a atender al enfermo; los paramédicos lo subieron a la camilla para llevarlo a la ambulancia y trasladarlo al IMSS.

Sin embargo, al salir no encontraron la ambulancia en donde la habían dejado para el traslado, por lo que de inmediato dieron aviso a Seguridad Pública, los agentes de la Policía Estatal Preventiva comenzaron la búsqueda de la unidad Col-70, localizándola luego de un rato una cuadra y media del lugar.

Al respecto, el comandante de la Cruz Roja delegación Colima, José Vázquez Arreola, mencionó que es lamentable que ocurran este tipo de incidentes, pues las ambulancias están al servicio de la sociedad y brindan un servicio vital. Agregó que el delegado Guillermo Villa Gómez prefirió no interponer la denuncia correspondiente, pero hizo un llamado a la población para que tome conciencia de que son vehículos de emergencia y respeten las ambulancias.

http://www.ecosdelacosta.com.mx/index.php?seccion=15&id=21313&encabezado=Roban%20ambulancia%20por%20unos%20minutos

martes, septiembre 04, 2007

Masiosare: ¿un extraño pendejo? Recuerdos patrioteros

david chávez

Bueno, realmente fueron años de condicionamiento patriotero, de chauvinismo los lunes en el jardín de niños, de forjar la identidad y los valores tricolores (¿qué países latinoamericanos tienen más de tres colores en sus banderas?) en nuestros corazoncitos de polluelos, de mocozuelos que cantábamos desafinados la letra del himno nacional, los honores a la bandera, de saludarla con la derecha a la altura del corazón... ¿quién no lo recuerda?


Nunca faltó en mi salón el que se salvó de ello por algún problema físico. Recuerdo al ingenuo Juan Carlos "el de los lunares en cruz", que apenas escuchaba, fallo auditivo del que nos dimos cuenta todos en tercero de primaria hasta que pasó al pizarrón y nunca entedió lo que la maestra le pedía porque no podía leerle los labios. Ah, Juan Carlos, eres grande: leías los labios mucho antes de aprender a leer lo escrito. Jamás sabré cómo era que cantabas el himno si parecías ignorar la letra.


Recuero a tres chicas cuyo nombre lavaron de mi memoria las lluvias. Las tres iban a todos lados juntas, las tres vestían igual, las tres con los mismos gustos, con la misma dedicación, como gemelas. Las tres zarandeadas de los cabellos por la maestra en tercero de primaria, lo recuerdo, por mascar chicle al tiempo que cantaban el himno. Sorprendente capacidad de hacer más de dos cosas con la boca al mismo tiempo.


Iván cantaba a la perfección la letra. Se sabía todo el himno, todo, hasta las estrofas que no cantábamos. En algunas ocasiones lo vi sudar, sentir la letra, vibrar cuando se aprestaba el acero y el bridón, cuando retemblaba en su centro la tierra al sonoro rugir del cañón.

Nunca faltamos los que cantábamos a discreción. Tampoco el que sólo movía los labios, haciendo como que cantaba, ni el que pateaba, golpeaba, distraía o fastidiaba a los demás. Todos, de algún modo, aprendimos la letra, las estrofas básicas, la pronunciación, el significado de esas cosas a las que Francisco González Bocanegra (nombre aprendido igual que la letra del himno) poeta nacido en San Luis Potosí, citaba en algunas estrofas como "blasones", "bridón", "hórrido", con la música de Jaime Nunó, gachupín, para variar.


Himno mestizo, pues, como los mexicanos, como Latinoamérica. Y ahora, Patria, patria, tus hijos ya olvidan, la generación de la derrota, generación perdedora, nuestro mayores que tanto hinchaban el pecho al vernos cantar, al vernos marchar, honrar los símbolos patrios, la bandera, el escudo, el himno, que dan identidad y diversidad a esta larga patria América Latina, que enriquecen, vienen y con su ignorancia, con su estupidez e imbecilidad, su prepotencia, su pendejez, su interés, su corrupción, vienen, patria, y te mancillan en México, te mancillan en Venezuela, en Panamá, en Costa Rica, en Bolivia, en El Salvador, en Nicaragua, en Argentina, En Chile, en Perú, en Uruguay, en Brasil, en Ecuador, en Colombia, en Guatemala, en Paragüay, en las antillas, en Cuba, en Haití, en norte, centro y sudamérica te meten mano, te manosean, te hacen cualquier cosa.


La bandera, según Francisco Ramírez Acuña: “verde, la religión; blanco y rojo, la unión de los mexicanos”

ALONSO URRUTIA


La ceremonia de abanderamiento de escuelas que encabezó este lunes el secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, fue el escenario para que el funcionario ofreciera su propia interpretación de los colores de la bandera: “Los colores que la conforman representan originalmente la Independencia. El verde –dijo–, la religión; el blanco y el rojo, la unión de los mexicanos”.

Previamente, Ramírez Acuña había enfatizado en las facultades de la dependencia a su cargo de difundir “el conocimiento y el respeto de nuestros símbolos patrios”. Dichas facultades, agregó, emanan de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno nacionales.

El acto incluyó la incineración de una bandera, de acuerdo con el ritual que se tiene establecido. El simbolismo vigente de la Bandera Nacional identifica el verde con la esperanza de los mexicanos, el blanco con la pureza de ideales y el rojo con la sangre derramada para alcanzar la Independencia.

En su tiempo, la bandera del Ejército Trigarante comenzó a dar la forma al actual lábaro patrio. En esos años, cuando Agustín de Iturbide la llamó “la bandera de las tres garantías”, los significados que se confirieron a los colores fueron: el verde, la Independencia; el blanco, la religión, y el rojo, la unión.
http://www.jornada.unam.mx/2007/09/04/index.php?section=politica&article=006n1pol

¿Entonces? Deja tú la bandera, el himno, el escudo y esas cosas, no hay problema, lo que acusa es la ignorancia de quien se supone ostenta un cargo clave en el gobierno, la imbecilidad, la censura que se aplica, la tiranía e impunidad de los miembros del gabinete, todos improvisados, herederos de la más perra infamia, que les metan cuetes en el culo por imbéciles, porque sí, por favor, porque dividen, porque... porque no está nada mal que todos, hasta los pendejos, los hijos de perra, pueden llegar a gobernar un país.

Y cuando te recuerdo, patria, plugo a los dioses que Masiosare venga, como Calibán, a rescatarnos del maldito tirano. Después de sacudido el yugo y la dominación nos dejamos poner otro: el de la ignorancia.

sírvanse

¡Guerra, guerra sin tregua al que intente
de la patria manchar los blasones!
¡Guerra, guerra! Los patrios pendones
en las olas de sangre empapad.

¡Guerra, guerra! En el monte, en el valle
los cañones horrísonos truenen,
y los ecos sonoros resuenen
con las voces de ¡unión, libertad!

Antes, patria, que inermes tus hijos
bajo el yugo su cuello dobleguen,
tus campiñas con sangre se rieguen,
sobre sangre se estampe su pie.

Y tus templos, palacios y torres
se derrumben con hórrido estruendo,
y sus ruinas existan diciendo:
De mil héroes la patria aquí fue.

¡Patria, patria! Tus hijos te juran
exhalar en tus aras su aliento,
si el clarín con su bélico acento
los convoca a lidiar con valor.

¡Para ti las guirnaldas de oliva!
¡Un recuerdo para ellos de gloria!
¡Un laurel para ti de victoria!
¡Un sepulcro para ellos de honor!


Mexicanos, al grito de guerra
el acero aprestad y el bridón,
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón.

lunes, septiembre 03, 2007

El día del gran golpe

david chávez

Ahí estaba, luego de meses y días que conformaron siete años con los que también se dio el procedimiento, las acciones, las palabras, la ropa, el modo de caminar, la actitud, todo lo fue gestando poco a poco, con una minuciosidad espantosamente humilde, serena; cada detalle pulido a más no poder. Repasaba y hacía ensayos sobre lo que tenía que hacer, que tocar, que ver, escuchar. Calculó todo, hasta la velocidad del viento, la temperatura ambiental para ese día, leyó su horóscopo. El plan era perfecto, perfecto, tan perfecto que ese día, el día del gran golpe, se dio el lujo de agregar un pequeño margen de error antes de salir de casa.