jueves, abril 30, 2009

Malas influenzas...

david chávez


1.- Latinoamérica, tan dada a bla bla bla, ok ok ok primero fue una santa goliza en el guadalajara, 6-0 o 6-1, no recuerdo, pero el Everton estaba ya en la lona: los 3 puntos en casa, en el juego de vuelta, le daban el pase ala siguiente fase de la Libertadores. Chivas clasificaba con el empate. Y así fue. Pero antes, desde el lunes que llegaron a Santiago de Chile para de ahí irse a Valparaíso, donde se disputaría el partido, comenzaron los problemas.

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El estricto control y examen médico que les hicieron al llegar más el desmadre y revuelo que se armó cuando los reconocieron en un centro comercial de Valpo (no falta el wey que te escucha el acento raro y te pregunta de dónde eres... antes de la gripe porcina, cuando respondías: de México, un dispositivo colocado en alguna pinche parte del cuerpo de l@s chilen@s les hacía exclamar y cantar: Ah, de México! sí, "méxico lindo y queriiiidooo!" -ya les dije que odio esa canción, esa y el rey?-, ahora te dicen: ah, de México? y se cubren la boca con el brazo como para no contagiarse) por aquello de la gripe porcina les comenzaron a cargar calor, les sacaban la vuelta, la carrilla, el comentario ojete de "ya nos vinieron a contagiar", comenzó a calentar los ánimos, pero los homo chilensis no tenían ni idea de que así contribuían a la "guerra psicológica" que siempre, no falta, el equipo visitante sufre en torneos continentales e intercontinentales (research: México vs Honduras y los tantos casos en que la gente del país anfitrión lleva "serenata" a los deportistas mexicanos para no dejarlos dormir).

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2.-en la guerra, el amor y parece que en la Libertadores todo se vale. Ayer fue el partido y por cuestiones académicas no pude viajar a verlo, como me hubiera gustado. Tampoco lo vi por tv porque andaba celebrando cuestiones académico-personales pero ya les contaré (ok ok ok, ya soy candidato a doctor, ya me queda sólo la tesis por hacer, y un chingo de litros de alcohol por pistear). La cosa es que hoy, leyendo la prensa mexicana me entero que la revancha no se hizo esperar: Chivas 1- Everton 1 y see you very later, chilenitos. Palmeiras 1- Colo Colo y los albos chilenos se despiden también del torneo.


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La cosa, la cosa más densa es que lo que leo después es lo que me provoca sentimientos encontrados. Si ya antes me había indignado el comportamiento de los homo chilensis, ahora no sé qué pensar. Bueno, más bien no sé cómo va a ser la cosa allá afuera, al rato, cuando salga a la calle: Reynoso se la cobró. El defensa de Chivas tosió y escupió a uno de los rivales. Bueno, la revancha es la revancha, sí, pero la cosa es cuidar las apariencias. Comportarse. De acuerdo, los escupitajos, salivazos, agarradas de nalga, jalones de camiseta, zancadillas, empujones, pellizcos y demás artimañas son de lo más común en el futbol, eso se sabe acá, donde el futbol es religión... El problema es que en México hay brote y epidemia de influenza. Ok, ¿entonces?

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3.- decía que en la guerra, el amor y en la Libertadores todo se vale. Y no es por ponerme chovinista ni nacionalista ni mucho más ni mucho menos. El escupitajo no hubiera trascendido de no haber sido por el contexto y la situación en que se da. Tampoco el del nieto de Arturo Prat, que escupió sobre el féretro de Pinoshit, acá mismo, en Chilito. Luego entonces, hay de escupitajos a escupitajos, ni duda cabe. Y de marrullerías a marrullerías (no se olvide la que el mismo Cóndor Rojas se aventó en el Maracaná, cuando se cortó él mismo y pretendió hacer creer que una bengala lo había lastimado). La cosa es si la revancha de Reynoso fue indicada, si fue una buena respuesta a las provocaciones.

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4.- Podría ponerme a juzgar el ánimo de ambos pueblos, acusar la pretendida solidaridad latinoamericana o echarle en cara lo bueno y lo malo a las dos naciones: la participación de Gabriela Mistral durante la dirección de José Vasconcelos ;ara estructurar el plan educativo al que mi generación y otras mayores debemos tanto, la ayuda humanitaria, material y emocional que se envió de México a Chile, a Chillán, cuando en 1939 un terremoto dejó la ciudad en ruinas y casi 10 mil muertos (se donó a la ciudad la Escuela México: David Alfaro Siqueiros y Xavier Guerrero pintaron un mural en su biblioteca), el ir y venir de músicos, escritores, artistas y deportistas -en Chile nació el Teletón: se le ocurrió a don Fracisco, chileno también- y México, particularmente el América, le pagó a Zamorano casi casi su jubilación como futbolista, aunque se agradecen las aportaciones futboleras del Pony Ruiz, Reynaldo Navia, Mauro Donoso, Ivo Bassay, Fabián Estay, y otros tantos, aparte de la acogida que México les dio a los chilenos durante la dicturadura de Pinoshit...

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5.- No quiero entrar en más detalles. Cada quien juzgue qué onda para que no me digan el "malagradecido porque esa no es la verdad..." dijo Manu Chao. Afecto como soy a los dichos y refranes, merced a mis abuelos y los amigos de mis abuelos que fueron como mis abuelos y a los que les aprendí mucho de sus decires, que aquí comparto porque creo que vienen a cuento: "Se cosecha lo que se siembra", "Cada quien tiene lo que se merece", "Les gusta hacer pero no que les hagan", "No hagas a otros lo que no quieres que te hagan", "Tanto peca el que mata a la vaca como el que le levanta la pata", "Tiran la piedra y esconden la mano", "Tanto va el cántaro al agua hasta que se quiebra" y sobre todo "Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar". yo me quedo con el segundo: me parece salomónico. Y es que por más que quiera sigo siendo mexicano, y sigo yéndole a las Chivas. Ah, y otras dos: "el miedo no anda en burro..." y "el que se lleva, se aguanta" decía mi abuelo.






6.- pinche Reynoso: qué cerdo, qué cerdo!







domingo, abril 26, 2009

Al borde...

David Chávez
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Debí haberme duchado. Todavía tengo sueño en los brazos y cansancio en los ojos. Mis pies ya no pestañean y aún así continúo caminando este domingo por la tarde. El tintineo del piano cae a plomo como los acordes del sol. Suspiro y exhalo. El aire se confunde con el aire, como si el suspiro de repente fuera un pequeño avión de papel que serpentea un poco y cae como aguijón en la banqueta. Una gota de sudor se despeña desde mi frente, intenta sujetarse de mi mentón. No lo consigue y cae. Su cuerpo queda inerte como un * sobre mi zapato. Me detengo y la miro. Pienso en algún motivo para que haya hecho eso. Quizá fue un accidente.



Miro hacia ambos lados, al frente y atrás. La calle está sola. Pocos vehículos circulan. La sensación de frío que provoca la sudoración me invade. Me recuesto en el piso, boca abajo, mirando el suelo a detalle, con los pies pegados a la pared de una casa y las manos que alcanzan el borde de la banqueta. Miro fijamente un punto en la calle, cerca de mí. Aparece el vértigo y algunas letras, como hormigas, se meten en mi cabeza hasta formar la palabra cornisa. Siento el calor del suelo. Me levanto lentamente, sin perder de vista el punto que miro en la calle, y conservo la sensación de vértigo. Mucho más lento recojo la vista, la arrastro por el suelo y miro ahora, siempre fijamente, el lugar en que banqueta y calle se unen.

Siempre lentamente llevo mis manos a los bolsillos del pantalón. De uno saco el encendedor, del otro los cigarrillos. Enciendo uno. Sin dejar de mirar ese punto allá abajo, que ahora parece tan lejano, noto que dos gotas más de sudor se arrojan al vacío. ¿Y si en realidad la calle no estuviera tan cerca?, pienso. Mientras sigo mirando me concentro y repito mentalmente la palabra cornisa, cornisa, cornisa, cornisa, cornisa, cornisa, cornisa, cornisa, c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a , c o r n i s a . . . hasta que logro materializarla, verla.

Pongo el pie izquierdo en la letra ese, el derecho en la letra a. Podría saltar y salir de dudas, pero temo que la altura sea distinta a la que percibo. Exhalo el humo del cigarro y se confunde con el aire, como si de repente fuera una pequeña nube mecida por el aire como la que acaba de dejar caer su sombra en la banqueta. Tengo nubes dentro, pienso. Soy una nube, me digo, por eso veo todo a la distancia, tan lejano, yo tan en las alturas, y el vértigo se hace más intenso. El sol desaparece por un momento. La sombra me cubre. El cambio de temperatura hace que los vellos de mis brazos sacudan un poco del sueño que hay en ellos. Debí haberme duchado. Lentamente me pongo en cuclillas. Aparece el sol. De a poco, y siempre lentamente, apoyo mis manos en el borde de la banqueta. Me siento. Estiro las piernas. Muevo los pies y choco las puntas del uno con el otro. El cloc cloc marca su lento parpadeo. Despojo al cigarro de la ceniza, que se dispersa y cae entre mis piernas, que son como el cuerpo del suicida que muere colgado y pende sin auxilio, buscando el vacío.

Me levanto. Y para hacerlo apoyo mis manos en el borde de la palabra cornisa. Pongo mis pies nuevamente sobre la ese, sobre la a. Alzo la vista y miro hacia adelante. La acera del frente se asemeja a la orilla de un río que no quiero ni estoy dispuesto a cruzar. Mejor regreso, me digo. Debí haberme duchado, pienso. Le doy una última fumada al cigarro a medio consumir y lo arrojo al caudal en el que imagino se ha convertido la calle. Exhalo el humo del cigarrillo y le doy la espalda a la calle. Mientras camino, de regreso a casa, el humo se confunde con el aire, como si de repente fuera yo una pequeña locomotora que funciona con carbón, con herrumbe en su armadura, y avanzo lentalentamente. Mis pies dejan de parpadear y simulan el chucuchú cuando los arrastro, trazando una vía imaginaria...


Concepción, Chile. 26 de abril de 2009.

martes, abril 07, 2009

el mariachi rocker quiere tocar, el mariachi rocker quiere slamear...!!

david chávez


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si gozaste con los éxitos de los chirrines en el hudsons de ensenada... si destapaste 3 caguamas y le diste replay una y otra y otra vez al video para ambientar la peda con tus compas de la chamba desde tu blackberry, si cantaste a grito pelado y destemplado have you seen the rain, si buscaste más éxitos del grupo sensación en baja californication, si moviste tu culito asentado en esa silla al ritmo de europa, cover de santana por parte de los chirrines...
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entonces, estás preparado para estooooooooooooooooooooo!

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beat it, mariachi style:
http://www.youtube.com/watch?v=faArbI4Fkj4

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zombie, de los cranberries, en mariachi:
http://www.youtube.com/watch?v=PKD6k_VRH5o
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sweet alabama, en un restaurante:
http://www.youtube.com/watch?v=zLv3qWEd3gg
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rock you like a hurricane:
http://www.youtube.com/watch?v=k91qb87-Y9A&feature=related
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y la madre de todas las rolas...

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a cargo del mariachi Los Vargas...
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La guerra de las galaxias!
http://www.youtube.com/watch?v=d53NemcyZVw

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quiobo?.

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