martes, octubre 31, 2006

enfermedad terminal

david chávez

Tomaba sus pastillitas de cultura una vez cada ocho horas. Así llevaba haciéndolo desde hace tres años. Iba cada semana a ver al médico del IMSS, tan cuidadoso que era de su salud, a que le dijera qué nuevo mal tenía. "Furia, usted tiene furia. Después de tomarse las grageas culturosas y los baños de asiento de discursos sin contenido deberá colocar su orina en este frasquito. Tráigamelo dentro de cuatro días. Quede sin cuidado, no creo que sea grave", le dijo el galeno. Así fue. Así lo hizo. El día de la cita murió. El forense dijo que fue a causa de un arrebato de furiosa ignorancia que no le había sido detectado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿como es de que no sabian que tenia ignorancia furiosa si lo estaban curando de furia y le estaban dando pastillas de discursos y esas madres no es contradictorio?