---
"John crece normalmente pero no habla, para desesperación de sus padres. A los dieciséis años de edad, dijo, al fin, a la hora del té: “Me gustaría un poco de azúcar”. Su madre, maravillada: “Pero John, ¿por qué no habías dicho nada hasta ahora?” “Hasta ahora todo era perfecto”.
Si todo es perfecto, el lenguaje es inútil. Esto vale para los animales. Si no hablan es que todo les resulta perfecto. Si un día empiezan a hablar, es que el mundo habrá perdido cierta perfección."
*Jean Baudrillard. (1997) Cool memories. Anagrama. Barcelona, España. Pág. 75
miércoles, diciembre 19, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario