martes, septiembre 06, 2011

Optimismo

David Chávez


Yo no quiero que me llamen pesimista porque no creo en que la fe mueve montañas o que la esperanza muere al último. Llámenme como quieran pero sé -porque me consta- que el vacío que ocupa un vaso es el mismo que se sienta en una silla cuando nos levantamos de ella. Por eso opto por pensar -cuando la miro sola, como esperando a que me siente, medio coqueta- que la silla esconde todo un mundo debajo de esas cuatro patas bien torneadas que la sustentan.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta su optimismo…

deivid dijo...

cuando guste...

Anónimo dijo...

Tenemos cuatro meses leyendo con optimismo su “optimismo”, pero ya es 2012!! Nada nuevo para los fans? Saludos.