david chávez
- “Era fuerte como un roble, sí, pero su inteligencia le venía de la hidrocefalia, que le irrigaba la corteza cerebral, lo cual hacía tan fértil su imaginación. El cerebro hecho agua no fue la causa de su muerte, sino la tala inmoderada que hizo de sus ideas al escribirlas y escribir cuentos fantásticos; ser tan prolífico en la literatura le erosionó la vida. Eso y jugar ajedrez”, dijo el médico que leyó el parte forense a la prensa.
El guardaagujas sólo atinó a decir: “descanse en paz”.
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2 comentarios:
Yo, señor Deivid, también soy de Zapotlán el Grande...
Aush!, jajajajaja, pos un saludo paste tambien.
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