jueves, junio 28, 2007

DOS Memoria. Hasta la prepa, el registro de todo lo que caía en mis manos para leer funcionaba a la perfección. De pequeño, fui obligado a aprenderme de memoria las tablas de multiplicar, cosa que todavía recuerdo (las tablas de multiplicar y el hecho y forma en que me hayan obligado a memorizarlas). Ahora, un cuarto de siglo más tarde, mi memoria a corto plazo (y a mediano plazo) no registra nombres de autores, novelas, cuentos, teóricos, cumpleaños, aniversarios, teléfonos, calles, palabras y/o acciones. Lo que he leído lo leí, y si me acuerdo bueno y si no, me limito a decir: “creo haberlo leído”. Tengo pánico. Sólo recuerdo situaciones y palabras dichas por mí a mi conveniencia. Y miraban a la serpiente en la cruz y de inmediato se sanaban.

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