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Cuando termino de ejercitarme un poco en el gimnasio camino de regreso a las regaderas y paso por fuera de los vestidores de las mujeres. Entonces me da por querer volver a mis cinco años, entrar ahí, abrazar sin malicia, con inocencia, cualquier pierna desnuda, confundirla, mirar hacia arriba y preguntar: ¿mamá?
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