viernes, julio 23, 2010

deivis&cheves 35

david chávez


Comienzo a leer en voz alta cuando Cheves entra: "El hombre de la calle está cansado y asustado, y un hombre cansado y asustado no puede darse el lujo de tener ideales, tene que alimentar a su familia. En nuestra época hemos visto una escandalosa degeneración de la moral pública y privada. No puede pedírsele calidad moral a un pueblo cuya calidad de vida se deteriora. La calidad es incompatible con la producción masiva. El artículo de calidad es indeseable, porque es duradero. En su lugar se instituye la moda, que ees una estafa comercial cuiyo fin es producir un desus artificial. La producción comercial no podría vender sus productos el año que viene si los de este año no quedara fuera de moda". ¿Chandler?, pregunta. Sí. ¿Qué putas pasa que todo el mundo está leyendo a Chandler? No sé, pero intuyo que quizá esto vieron en clase tanto Serrano como Shilospiu.

Entiendo. Renata entra. Me levanto, la abrazo. Sonríe. ¿Qué traen? Damiana entra. Me cago de risa. Hola Pinocha. No te rías, cabrón. Lo siento, no lo puedo evitar. Sigo riéndome mientras camino hacia ella para saludarla. Una bofetada corta mi cómo est, risas de todos. No güey, no me abraces tan fuerte, me duele, perdón perdón, es cierto ¿todo bien? Sí, afortunadamente sólo fue el golpe en la nariz, ni un hueso roto. Serrano está bien, sí lo acabo de ver. Y bueno, ¿qué sigue ahora? Es obvio que ya comenzaron, inicia Cheves. Asentimos. Suena el teléfono. Renata contesta. Es para ti, le dice a Damiana. El resto salimos de la oficina. Llamó Pedro, supo lo que había pasado. Dice que es gente de Toño. Pero Toño dijo que sí sí sí pero se les acabó la paciencia. Ahora ven como un filón esta zona. Pedro también dijo que Ovalle quería venirse a vivr para acá. No lo sé. No hay nada seguro. Si Ovalle llega, es posible que hable con nosotros, que intente comprarnos, que nos ofrezca protección, que seamos sus criados. Ni madres, responde Renata. NAdie quiere eso.

Era tu papá, es un encanto, llamó para preguntar cómo estoy y cómo está Serrano. Así es el viejo. Damiana abraza a Cheves. Shilospiu, Bil y Serrano se acercan. CReo que tenemos que hablar. Todos asentimos. Nos quedamos a cenar. ¿Alguien tiene planes?, pregunta. Todos negamos. ¡Pero hablen, carajo! ¿No me diga que estos cabrones ya los intimidaron? Reímos. No, no, para nada, no, yo ya vi que aguanto bien los madrazos, lo mío fue una cortadita. Reímos. Entonces, a darle. Cheves suspira. ¿Qué pasa?, preguntamos Renata y yo. ¿Sara?, pregunto. Asiente. Bueno, no está del todo mal, ¿o sí? pregunta Renata. No lo sé, dice. ¿Hablaron? Sí, anoche, un poco. ¿Eso es lo que quieres? Tal vez sí, es algo que no puedo explicarme. ¿Qué cosa? Varias. Se interesa, no se interesa, llama o no, está o no está, viene, se queda o se va. ¿Por qué hacen eso? No lo sé, responde. Difícil saberlo, tocayo: relájate, digo, en la medida de lo posible.

Bien. ¿Y ustedes? Renata y yo nos separamos rápidamente. Ella está roja de vergüenza. N-n-nada, dice. Pues a chambear, pásenme una zona. Ayúdale a Damiana, le digo. Renata se va. Cabrón, le digo. ¿Yo qué?, contesta. Reímos. Damiana piensa que seguimso burlándonos de ella, nos pinta un dedo y sonríe. Pinocha, te pasaste, dice Cheves, y le contesta mostrándole la lengua.

Concepción, Chile. 23 de julio de 2010

No hay comentarios.: