Una tormenta tropical que se enclava en las manos
David Chávez
Las calles y las suelas que las recubrieron, las colillas de
los cigarros que he fumado y toda la ceniza en que se convirtieron, todo el
humo han sido testigos de qué tanto he avanzado y de quien soy. Si se pudiera
poner cada una de las letras que he escrito, una tras otra, en una fila, podría
entenderse de distancia, de tiempos, de la desconstructiva forma de ver las
cosas que tengo, de cómo permanecer impertérrito por fuera y circunspecto por
dentro: estoico ante una tormenta tropical que se enclava en las manos, ante el
hormigueo que provoca el hambre a las 14:21 horas del 26 de junio de 2021. Ante
un amplio abanico de posibilidades. Ante todo el silencio que produce el sonido
de mi voz que madura.
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