lunes, julio 19, 2010

deivis&cheves 31

david chávez



Es muy extraño que, desde el incidente con el amigo de Serrano, las cosas han estado cada vez más tranquilas. Tan tranquilas como para llamar demasiado la atención. Hasta la fecha, hemos recibido una clientela impresionante. Por desgracia, como dice Bil, hasta políticos han venido al bar: diputadas, senadores, ex candidatos y ex candidatas. La gente sabe que es una zona tranquila y no sólo este lugar: el resto de los restaurantes, bares, tiendas y negocios han visto cómo más gente viene para acá debido a ello.

No es una zona cara, tampoco es bonita. Simplemente se respira calma, seguridad. Eso sí: entre todos, vecinos y socios, comerciantes, habitantes, visitas y clientela hemos hecho del lugar el más limpio de la ciudad. O al menos así nos lo parece. Hoy por la mañana vinieron el gobernador y el secretario federal de Turismo y comentaron eso. Hacían una gira por el sector con la intención, según escuchamos, de planear una serie de eventos en el lugar con motivo del bicentenario. Nos importó poco. Si vinimos fue en realidad porque Cheves nos avisó y no queríamos desairar a nuestras autoridades. Por mí, dijo Damiana, seguiría durmiendo. Los planes de otras personas, como ellas, por lo general nunca son los míos, aunque ellos piensen lo contrario. La visita fue a las once y media de la mañana. Tuvimos que llegar temprano para arreglar todo. Incluso David nos llamó apenas lo supo: le avisaron un par de horas antes sobre el evento.

A manera de protesta todos en el bar bostezaron lo que duró el recorrido. El secretario de Turismo se sintió un poco avergonzado por habernos levantado tan temprano. Sé que abren en la tarde noche y se van entrada la madrugada, así que les agradezco que estén aquí, dijo mientras probaba el famoso lomo de cerdo con pepino que Bil le preparó en unos minutos. Exquisito, dijo al terminar. Cheves le dio el recorrido y luego ambos, el gobernador y el secretario federal de Turismo, se despidieron de nosotros y volvieron a su caminata para llegar al café que está a dos casa de Deivis&cheves.

Bueno, eso fue todo. Qué mamada. Sí, pensar que estaría durmiendo en este momento. Bueno, eso servirá para que refuercen la vigilancia. A nosotros nos conviene, dice Cheves. Bueno, ten en cuenta, David, que una zona concurrida y vigilada no garantiza nada, agregó Serrano. ¿Recuerdas el Barrio Estación?, le preguntó a Cheves. Claro. ¿Recuerdas lo que pasó ahí? A espaldas de la antigua estación del ferrocarril pusieron las oficinas de la presidencia municipal y al frente abrieron los bares, pensaron que habría seguridad todo el día y parte de la noche. Una oficina de gobierno impone pero también puede ser imán para que todas las frustraciones se descarguen física y violentamente en ella. Por eso la policía la vigila, sí, Cheves, pero también la gente busca la oportunidad para dañarla. En fin, así lo veo. Concuerdo contigo y tienes razón: esta zona se ha hecho por la gente y para la gente, esperemos que siga así. Bueno, vámonos, dijo. Tenemos que volver más tarde.

Por lo que veo, varios pudieron seguir durmiendo y descansar antes de venirse al bar. Qué poca madre eso de levantarnos temprano, comentan todos. Shilospiu programa una lista breve de temas y nos ayuda con las mesas y los clientes. Damiana y Renata y Cheves entran y salen de la barra, Serrano está a cargo del cuartito del amor, Bil y yo hacemos lo propio en la cocina: ambos recogemos las comandas, preparamos como podemos y llevamos todo a la mesa. Como en Cancún, ríe Serrano. Shilospiu y Damiana entrebailan cuando cantascriben lo que piden los clientes. Como en Cancún, le dicen a Serrano.

Serrano es el más chico de todos. De edad, quiero decir, porque en estatura y cuerpo se impone a todos. Serrano jugaba futbol, como sus hermanos, los tres con un parecido impresionante. Podría decirse que son trillizos, pero la edad de cada uno de ellos ayuda a desmentir esa idea. Es el único de los tres, también, al que le gusta la playa y el calor y el mezcal y conducir. Por eso él se ofreció a atender la barra y a llevarnos a todos de vuelta a casa en su camioneta. La compró de a poco, con lo que la renta de la casa en Chiapas le dejó hasta que su madre se enteró de lo que había hecho con ella. Aparte, es de los pocas personas que conozco a quienes el alcohol les hace el más mínimo efecto. Sorprendente. Puede que sea por la edad, puede que sea por otra cosa.

Damiana alguna vez dijo que Serrano sería como su hermano menor, o que al menos si tuviera uno le hubiera gustado que fuera él. Serrano piensa lo mismo: de haber tenido hermanas me hubiera gustado que Damiana fuera una de ellas. Dejó el futbol temprano, cuando le hicieron pedazos la rodilla derecha de una patada. En realidad sólo le movieron la rótula, pero varias operaciones después y pocas asistencias a terapia le dejaron un inefable dolor que pronostica, infaliblemente, las lluvias. También por eso no se aleja de los climas cálidos, de la playa, del sol, de Damiana, con quien baila ahora al ritmo de Sussie 4, on time...

I'm on time to find my way to go
It' s not mine this face without eyes
When you're tired, you just have to try
To keep your mind under control
And believe you're your own

¿Te la sabes? Claro. Renata me toma del brazo. ¿Bailamos? Apenas le voy a contestar cuando Shilospiu se la lleva al centro de la pista.

Esos dos sólo bailan cuando uno de ellos tiene miedo. ¿Cansancio? No, tocayo: escuchaste bien lo que dije. ¿Celos? Al contrario, tocayo: ella es como mi hermanita. Ambos los vemos bailar, algunos clientes los siguen. Todos en el Deivis&cheves mueve la cabeza, siguiendo el ritmo.

On time, on time, to find my way to go for yo.

Música!


Concepción, Chile. 20 de julio de 2010.

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