martes, julio 20, 2010

deivis&cheves 32

david chávez




Cocinar no está nada mal piensa Bil mientras deja caer tres dientes de ajo picados a la sartén donde la mantequilla se ha derretido y mira y ve a Shilospiu sacar un disco de vinilo en cuya portada se lee The Wall, Pink Floyd, quien lo coloca luego p a r s i m o n i o s a m e n t e me gusta esa palabra, piensa Shilospiu, cuando la pronuncio l e n t a m e n t e me gusta también estar acá y pensar que tal vez los demás piensen cosas muy distintas a las que estoy pensando, y mira a Cheves ¿qué estará pensando? es lo mismo que David piensa, ambos se miran, sonríen a manera de saludo mientras Cheves le dice muy buen disco, por favor, ¿podrías poner anoderbriquindegüol las tres de continuo? Eso mismo estaba pensando hacer, dice, pero es claro que no ha pensado eso, como bien piensa Cheves, este anda pensando en otra cosa, piensa, y hola, saluda, ¿todo bien? Sí, le contesta Damiana, te veo más relajado, como que ya dejó de pensar en ella, piensa Damiana, sí, la verdad es que mejor dejo de preocuparme por algunas cosas que ya se irán dando solitas, me alegra, le contesta ella, de verdad que sí, ya era como tiempo de que lo superaras aunque no me cuentes ya nada, de seguro piensa que no le cuento nada, piensa David, pero este trabajo, de seguro me vio besando a Serrano anoche, mientras cenábamos, no te preocupes, esto es cuestión de tiempo y de que las cosas vayan acomodándose.

Tu tocayo salió a pagar el gas, le dice antes de que salude a Renata, perfecto, gracias por recordárselo, en realidad se lo recordó tu padre. Vaya con el viejo, piensa, no, yo creo que este sigue pensando en ella, piensa Damiana, si no fuera por él, piensa Cheves, no sé qué haría, en realidad, no sé qué haría sin todos, piensa Renata antes de saludarlola, David fue a sí me acaba de decir ah era por si lo buscabasoquei ¿quieres que te? no gracias, debo hacer el balance del mes y ver qué hace falta entonces sí, gracias, mierda ¿por qué estoy nerviosa? como que la noto rara no debí haberle dicho que David salió a pagar las cuentas tal vez como que entre mi tocayo y ella pero no pasó a mayores me acompañó, charlamos, fumamos hasta que dejó de llover tal vez Serrano sepa o piense que tal vez Serrano sepa pero no porque él se fue a dejar a DAmiana o Shilospiu, ah pero yo pasé a dejarlo ayer, entonces no creo que bueno, que piense lo que quiera porque ¿para qué habrá llamado el viejo? Ya ha venido varias veces, tal vez.

Si quería hablar conmigo me lo hubiera dicho, pero esto de recordarme que debo pagar el gas. LE preguntaré a Cheves quiénes están a cargo de surtir los faltantes, no, pensará que me persigo solo y no quiero que piense eso, por otra parte tengo tanto en qué pensar, piensa Cheves, quizá lo moleste, quizá tenga otras cosas en qué pensar, piensa el tocayo. TAl vez tenga noticias de Sara, tal vez alguien ya haya pensado que hay algo entre Renata y yo o no sé qué pensar, piensa Cheves. REalmente, si pudiera saber lo que piensan los demás, piensa, ¿me gustaría saberlo? Al menos me daría algo de ventaja, piensa. Podría tomar decisiones fácilmente, piensa Damiana, o podría tratar de mejorar, piensa Serrano, aunque es posible que me ahorre tiempo, piensa Bil, tal vez podría funcionar, piensa Renata, facilitaría las cosas pero también las complicaría, piensa Shilospiu, no, es una estupidez, piensa el tocayo.

Como si supiera lo que quienes viven en ella piensan, la ciudad, sin importarle gran cosa tal hecho, sopla un viento calmo para barrer las calles y advertir a los que aprovechan para moverse bajo la sombra de los nubarrones que la lluvia se aproxima, piensa el tocayo mientras aprovecha para moverse bajo la sombra de los nubarrones de camino al Deivis&cheves. La lluvia se aproxima, piensa. La calle debe estar llena, tal vez haya venido de nuevo la diputada. Dobla la esquina, la calle está llena de autos buscando lugar para estacionarse. Entra al bar. Varios con permisos después saluda a Serrano y pregunta por Cheves. Está en la oficina. Acá, tocayo, le responde Cheves desde la cocina. Listo, pagué el gas, sí, me dijeron, oye, bar lleno, vino la diputada, les ayudo.

Renata, Damiana, Shilospiu piensan que hay personas, tras ver a varias de ellas ya un poco borrachas, que verdaderamente demuestran que no necesitan educación. Optan por irse. El resto del bar sigue cantando: los que se van son sólo un ladrillo más en la pared, pienso.

Concepción, Chile. 20 de julio de 2010

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