jueves, julio 22, 2010

deivis&cheves 34

david chávez



Fueron dos heridos, una niña y su padre. Parece que iban pasando. ¿Están bien? Sí, el tipo subió a su auto y se llevó a la niña, pero el otro imbécil quedó ahí tirado. Shilospiu cuenta lo que vio, está empapado. Cheves igual. Sigue llegando gente. Bueno, será mejor que sigamos atendiendo. Suena el celular de Shilospiu. Es Serrano, dice. Hablan un poco, cuelga. Todo está bien. Renata se quedará en casa de Damiana. Serrano insistió pero ella le dijo que era mejor que volviera a ayudarnos. No tarda en llegar. Las sirenas y torretas intenta opacar la guitarra de Jack White.

Buenas tardes, noches ya casi. Un oficial de policía entra y saluda. Yo atiendo, dice Cheves, y hace pasar al policía a la oficina. Cosas de rutina. El agente del Ministerio Público ya está dando fe del cuerpo. Nos dicen varios testigos que el tipo salió de acá, corriendo, ¿puede decirnos qué pasó? Sí, con gusto, ¿quiere algo de beber? Salen media hora después. El policía va con Shilospiu. Le pide sus datos. ¿Así que usted vio cuando le dispararon al hombre? No, señor. ¿Seguro? Sí, sólo vi una camioneta, una Toyota Rav 4, gris, sin placas. La encontramos hace poco. ¿En serio? Sí, varios casquillos percutidos. ¿Nombre? Rubén Isaac Albarrán Ort kggg, movilizarse al sector ocho, reportan disparos con arma de fuego. El tipo suelta un diezcuatro, dice con permiso y antes de salir grita que alguien más vendrá a tomarle la declaración.

Si es que nada más pasa, dice Cheves. Asiento con la cabeza. Shilospiu pregunta ¿un vodka? y Cheves y yo contestamos al mismo tiempo: no estaría mal. Sonreímos. Vamos a la barra. Un salud después Serrano pregunta: ¿y el mío?


Concepción, Chile. 22 de julio de 2010

No hay comentarios.: